El origen del Hospital de Antequera se remonta a la construcción y fundación del claustro de San Juan de Dios en 1605, anexo a la Iglesia del mismo nombre. En años posteriores y como consecuencia de la dedicación de las hermanas de la Sagrada Orden a la atención de la salud de los habitantes de la Comarca y de los viajeros que por ella pasaban en su ruta hacia el interior de la península, fue nombrada Casa de Socorro de Antequera.
Años más tarde, el centro sanitario fue conocido como Hospital San Juan de Dios hasta su integración en el Sistema Nacional de Salud como parte de la Red Sanitaria Nacional con el nombre de Hospital General Básico de Antequera.
Así funcionaría hasta finales de los años 80, como dependencias sanitarias de apoyo al Centro Ambulatorio de Especialidades.
A principios de los años 90 se decide la creación de los Servicios de Especialidades dentro del Centro Hospitalario. Así es como se constituye el Servicio de Traumatología y Cirugía Ortopédica, siendo nombrado acto seguido Jefe de Servicio Guillermo García-Herrera Reboul. Durante ocho años dicho Servicio desarrolló sus actividades en el edificio del antiguo hospital San Juan de Dios, hasta que en 1999, todos los servicios e instalaciones del Hospital fueron trasladado al nuevo edificio construido el los terrenos del Polígono Industrial La Azucarera, edificio e instalaciones que recogen los últimos adelantos e innovaciones técnicas, y en cuyo diseño se ha prestado especial atención al bienestar del paciente, aplicando conceptos arquitectónicos innovadores, con amplios espacios abiertos y abundante luz natural, para conseguir que tanto la estancia de los pacientes y sus familiares como el desarrollo de la labor asistencial por parte de todos los profesionales que lo integran sea lo más placentera y agradable posible.
Este mismo año se reconvierte el Servicio de Traumatología y Cirugía Ortopédica para aplicar el nuevo concepto de Gestión de los Servicios como Unidades Clínicas, constituyéndose así la primera Unidad de Gestión Clínica de Cirugía Ortopédica y Traumatología de Andalucía, estructura organizativa que permite un desarrollo de los Servicios y una atención más cercana al paciente y al profesional, participando los facultativos y el resto del personal asistencial más directamente en dicha gestión y administrando más eficazmente los recursos disponibles.
Años más tarde, el centro sanitario fue conocido como Hospital San Juan de Dios hasta su integración en el Sistema Nacional de Salud como parte de la Red Sanitaria Nacional con el nombre de Hospital General Básico de Antequera.
Así funcionaría hasta finales de los años 80, como dependencias sanitarias de apoyo al Centro Ambulatorio de Especialidades.
A principios de los años 90 se decide la creación de los Servicios de Especialidades dentro del Centro Hospitalario. Así es como se constituye el Servicio de Traumatología y Cirugía Ortopédica, siendo nombrado acto seguido Jefe de Servicio Guillermo García-Herrera Reboul. Durante ocho años dicho Servicio desarrolló sus actividades en el edificio del antiguo hospital San Juan de Dios, hasta que en 1999, todos los servicios e instalaciones del Hospital fueron trasladado al nuevo edificio construido el los terrenos del Polígono Industrial La Azucarera, edificio e instalaciones que recogen los últimos adelantos e innovaciones técnicas, y en cuyo diseño se ha prestado especial atención al bienestar del paciente, aplicando conceptos arquitectónicos innovadores, con amplios espacios abiertos y abundante luz natural, para conseguir que tanto la estancia de los pacientes y sus familiares como el desarrollo de la labor asistencial por parte de todos los profesionales que lo integran sea lo más placentera y agradable posible.
Este mismo año se reconvierte el Servicio de Traumatología y Cirugía Ortopédica para aplicar el nuevo concepto de Gestión de los Servicios como Unidades Clínicas, constituyéndose así la primera Unidad de Gestión Clínica de Cirugía Ortopédica y Traumatología de Andalucía, estructura organizativa que permite un desarrollo de los Servicios y una atención más cercana al paciente y al profesional, participando los facultativos y el resto del personal asistencial más directamente en dicha gestión y administrando más eficazmente los recursos disponibles.
